Existen testimonios por escrito, desde
el siglo IV, donde se habla de cómo la Iglesia conmemora este día de la Candelaria (en el 2 de febrero), día de la
“Purificación de la Virgen” o de la “Presentación del Niño al Templo”.
Seguramente se cristianizaron ritos grecorromanos. Si investigamos, se ve como
los celtas, por esa misma fecha, festejaban con
candelas y hogueras en honor a la Diosa Brigantia (triple diosa celta,
diosa del fuego. Con los cristianos, Santa Brígida)
Vista la fiesta desde la perspectiva de la conmemoración de la Presentación
de Jesús al Templo, podemos decir que
se celebra el 2 de febrero junto con la Jornada Mundial de la Vida Consagrada.
En tiempos de Jesucristo, la ley obligaba a que cada mujer se presentase en el
templo para purificarse a los cuarenta días de haber dado a luz. Acudía con su esposo
para llevar una ofrenda que podía ser un cordero y una paloma o tórtola. Jesús
y María, como eran pobres, llevaron dos palomas blancas.
Actualmente el día 2
de febrero se recuerda esta presentación del Niño al templo, en las iglesias y
parroquias y se recuerda también ese día llevando candelas (velas hechas de
parafina pura) a bendecir, las cuales simbolizan a Jesús como luz de todos los hombres.
(foto del Oleo de
Ludovico Carracci, Presentación del Niño en el Templo, Museo Thyssen)
La advocación de la Virgen de la Candelaria tuvo su origen en Tenerife (Islas Canarias).
Dos indios guanches que pastoreaban su ganado vieron a una imagen de madera, de
una mujer que traía una vela en la mano izquierda y cargaba a un niño en el
brazo derecha. El niño llevaba en sus manos un pajarito de oro.
En los Pedroches, principalmente en Dos Torres tiene gran difusión esta
festividad. Dos Torres prepara cada año un variado programa para conmemorar y
potenciar esta significativa fiesta de
gran arraigo en Los Pedroches. Con motivo de la fiesta, la Plaza de la Villa y
de Torrefranca se ambientan de época, se instala el Mercado Franco, y se hacen
rutas gastronómicas así como visitas teatralizadas, bailes típicos conmúsica en
directos, juegos, y por supuesto una gran candela en el centro de la Plaza.
Retrocediendo en la historia, y vista la fiesta desde su origen pagano, la Candelaria viene de la cristianización de
una fiesta pagana muy anterior, cuyo significado esencial era el de fiesta de
purificación. Entre los romanos esta fiesta tuvo una variante que se la hizo
conocer como Lupercalia o Fiesta del Dios Pan.
Steward Farrar
(cristiano científico, neopagano y agnóstico después, periodista, escritor,
novelista,etc) habla de la Candelaria como fiesta de celebración del
restablecimiento de la Diosa, después de dar a luz al niño-Dios-Sol, lo que
aconteció 40 días antes del solsticio de invierno, durante la fiesta de la Natividad.
Todo ello coincide
además en fechas con la celebración de uno de los festivales más importantes
del mundo celta: el Imbolc, que se realiza en el mes de febrero y se continua
celebrando en Escocia, Gales e Irlanda, aunque hay celebraciones similares en
Escandinavia.
La palabra “Imbolc”
significa “en el vientre”(de la Madre). La semilla que fue plantada en el
solsticio de invierno está creciendo. Por tanto se celebran los días que van
siendo más largos, y se anima con la festividad a limpiar o purificar todo para
prepararse para la tarea que se avecina en la estación siguiente con días
cálidos y soleados.
Una de las costumbres
más bonitas es poner velas en las ventanas de la casa, hacer rituales de
purificación y limpieza de la casa. Se dedica todo a las mujeres principalmente
y se pide por su felicidad.
Predominan los colores amarillos, rojo, naranja y blanco,
y la Diosa mostraba un aspecto de virgen y fertilizadora, el Dios aspecto joven
y el niño como el Sol. Se utilizan hierbas e inciensos como la salvia, el
limón, la verbena, etc.. Se queman objeto utilizados para que se aleje el
invierno, etc. Y todo ello entre el 31 de enero y el 2 de febrero.
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