"Ya llegó el mes de los pobres, ya llegó caza de grillos,
espárragos y collejas, ajoporros y cardillos".
Consideradas algunas como malas hierbas, estas plantas silvestres
que vemos en las fotos, las encontramos en campos , lindes y arroyuelos de Los
Pedroches y han servido de recurso alimenticio desde la antigüedad en las zonas
rurales.
Actualmente siguen recolectándose por placer, si bien no olvidemos
que son fuente de muchas vitaminas y minerales y son apreciadas por ello y por sus cualidades medicinales.
La recolección de estas plantas no cultivadas lleva implícito un
conocimiento heredado por vía oral, y un saber que nos viene de nuestros
antepasados, por eso consideramos que además de constituir patrimonio natural,
son parte esencial del patrimonio cultural de los pueblos de la Comarca.
Las
especies vegetales que consideramos silvestres pueden ser autóctonas o introducidas
hace tiempo y asilvestradas, de forma que se consideren como propias de nuestro
campo.
Existe un libro, universalmente conocido, que sin ser un
tratado de botánica ni pretenderlo, nos habla de la flora en la Mancha y en Sierra
Morena de forma ejemplar, apareciendo en él desde las zarzas, “malezas”, “cabrahigos”,
aulagas o “aliagas”, abrojos, retamas, jaras,
margaritas, poleo, ortiga, junto, amapola, etc. Hablamos de El Quijote.
El consumo de verduras como las berrazas, las “fieras” y
berros, las collejas, los cardos e incluso las ortigas siguen siendo práctica
extendida entre la población rural y actividad especial para senderistas
ocasionales.
Las berrazas, son un tipo de apios que viven dentro de las
corrientes de agua dulce. Tienen florecillas blancas que aparecen en mayo, y
durante el verano. Al recolectarlas hay que tener especial cuidado en que el
agua no sea lugar de abrevadero de ganado para evitar enfermedades.
Por otro
lado, el berro se recoge en aguas limpias antes de que florezca a comienzo de
primavera. Se puede comer crudo en ensaladas y tiene un sabor ligeramente
picante. Es planta perenne y
medicinal, pues tiene propiedades antioxidantes, diuréticas, expectorantes,
además de multitud de vitaminas. El sabor del berro se parece al de la mostaza.
Se debe lavar muy bien antes de consumirlo ya que en sus hojas pueden habitar
muchos insectos.
Otra verdura silvestre
que encontramos en Los Pedroches, las collejas, son los brotes y
primeras hojas de la especie Silene vulgaris, y que comidas crudas en ensalada,
añadidas a un potaje o cocinadas al vapor para hacer posteriormente una
tortilla, resultan exquisitas.
El cardo borriquero es otro recurso que se utilizó en la alimentación humana en momentos
de escasez. Cuando se va anunciando la primavera empiezan a germinar las
semillas de las cardonchas y se va formando un brote de grandes hojas anchas y
protegidas por espinas. La penca se consumía con sal, junto con patatas u otras
hortalizas, cebolla, hervidos y aderezados con aceite de oliva.
Y para
finalizar, llamemos la atención sobre otra planta, la ortiga. De intenso verdor, es planta anual que nace a finales del invierno y comienzos de primavera. Con hojas dentadas cubiertas por
pelos rígidos, que al tocarlas inyectan una sustancia urticante, las vemos en
porciones de suelo fértil, abonado, rico en nitrógeno, e igual que las plantas
anteriores, se usaron para alimento humano. Las recolectaban para consumirlas
cocidas, con aceite, sal y vinagre o limón, o bien en tortilla. También se usan
en medicina popular como antirreumática, depurativa, etc. y en cosmética por sus propiedades para el cuidado del cabello. En nuestra zona se
usaron mucho como alimento o forraje para los pavos que se criaban en los
cortijos.
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