jueves, 29 de mayo de 2014

9 junio 2014. La Virgen de Luna .

       Aunque la religiosidad parecía desvanecerse con la modernidad, vemos que se mantiene y es más, se aviva. Quizás desde otras formas e interpretaciones. Quizás más desde lo cultural y menos desde lo religioso.

       La reciente declaración de la Romería de Nuestra Señora de Luna como de “Interés turístico de Andalucía” demuestra que existe una búsqueda de revitalización de este tipo de rituales festivos, con lo que lleva aparejado (promoción de la zona, revalorización, turismo, etc.).

     Además las romerías, y en concreto ésta de la Virgen de Luna, actúan como expresión de identidad y como espejo cultural de una comunidad, que aunque no se ciña a una práctica religiosa, a través de estos símbolos propios de la romería (la Imagen, el Santuario, el Camino, las Canciones, etc, etc) consiguen que las personas se sientan identificadas con la comunidad, sientan la pertenencia a un lugar, y constituyan un colectivo territorialmente claro.

       Podemos hacer la peregrinación de forma individual durante el año, pero es en la romería donde nos sentimos parte del conjunto, donde se comparte la comida (a lo largo de la historia muchas fiestas de este tipo se celebraban tras los ayunos de la Cuaresma, Semana Santa y Pascua, y la comida significaba ahora el banquete compensatorio por la abstinencia anterior)
Se aúna lo religioso con lo profano, la fe con lo lúdico-festivo.

       El camino es también un lugar de encuentros, convivencia, y nexo de unión entre personas, aparte de otras muchas que lo recorren con fervor religioso, promesas, oraciones, etc.
En el caso que nos ocupa el 9 de junio, aún se festejará más porque significa el regreso la imagen de la Virgen de Luna al pueblo, a Villanueva de Córdoba, con lo que eso supone de “apropiación del símbolo” (ahora va la Virgen a “su pueblo..” dirían muchos)

  

martes, 20 de mayo de 2014

La encina herida por el rayo.

       El rayo es una poderosa descarga electrostática natural producida durante una tormenta eléctrica. La radiactividad del granito y el hierro de la savia de la encina atraen los rayos.

       La encina de la foto, anclada en terreno granítico de Villanueva de Córdoba, fue alcanzada por un rayo años atrás, pero como se aprecia retoñó de nuevo con fuerza.

       La encina, como el roble y el olivo, es un árbol consagrado a Júpiter considerándose de mal agüero que un rayo cayese en ella, cosa que en Los Pedroches ni afecta ni sugestiona entre otras cosas porque las tormentas son un fenómeno normal y natural, y bonito.

       La señorial encina se consideró como árbol sagrado desde antiguo:
Michel Random (escritor, fiilósofo, etc.) decía que “El árbol, en su verticalidad, es el lugar sagrado donde el cielo se enraiza  en la tierra”.

      La encina, es también árbol mágico para los escandinavos, representando junto con el roble el eje del  mundo. Para los celtas, a través de la encina llegaban a los hombres los dones y bondades de los dioses.

    Por otro lado, los oráculos del bosque de Dodona (Ciudad del Épiro) eran encinas parlantes. 
        Los romanos usaron su “corona cívica” con el fin de premiar al soldado que había salvado a un ciudadano romano del enemigo, en la batalla. Era inicialmente de Carrasca y finalmente de ramas de encina.  

       La mítica clava de Hércules, famoso por su fuerza, se tiene por ser de madera de encina, aunque algunos autores dicen que era de olivo.

       La encina es también símbolo de un ánimo fuerte y constante para heroicas acciones. En Navarra existió la Orden de la Encina para pelear con fortaleza contra los moros.


      La hoja de encina con o sin bellotas aparece en muchas heráldicas europeas porque simboliza dureza y tenacidad, y ardimiento guerrero.

martes, 6 de mayo de 2014

El río Yeguas..río que se desliza y no transcurre..

       Desde Sierra Morena vierten sus aguas al Guadalquivir multitud de arroyos y un grupo de ríos principales, que de Este a Oeste, presentan la siguiente sucesión: Yeguas, Guadalmellato, Guadiato, Bembézar y Retortillo, así como el Zújar y el Guadalmez, más septentrionales y pertenecientes a la cuenca del Guadiana.

       El Yeguas, que podemos ver en la foto, con nacimiento en la provincia de Ciudad Real, marca parcialmente el límite con Jaén. Sus potencialidades recreativas vienen condicionadas en la actualidad por el Parque Natural de las Sierras de Cardeña y Montoro, así como por la existencia del embalse del Yeguas.

 "Su curso fluvial, "Zona de Reserva", es rico botánica y faunísticamente, y en paisaje, conformando ecosistemas frágiles y dignos de ser conservados". (PRUG Parque Natural Cardeña-Montoro)

       En estas zonas, donde la agricultura y la roturación de los campos era hasta cierto punto inviable, se recurrió a la repoblación forestal.

        La parte Oriental de Los Pedroches "donde tras el alivio de la presión agrícola de los años cuarenta y cincuenta, la dehesa se ha estabilizado, e incluso mejorado, en su componente vegetal..." .Este área presenta una diversidad importante en cuanto a vegetación "reconociéndose un estadio incipiente de especies pioneras (jara, tomillo, retama, etc.) junto a formas más o menos evolucionadas de matorral y maquis.." (B.Valle Buenestado "Geografía Agraria de Los Pedroches").

Por último, recordar que el río Yeguas es uno de los más limpios de Sierra Morena, tal y como se pone de manifiesto al estudiar las comunidades de insectos acuáticos considerados bioindicadores, cuya presencia o ausencia determina la calidad de las aguas.