viernes, 24 de octubre de 2014

La cocina en la vivienda de Los Pedroches, espacio vital y de transmisión de valores.

        Las cocinas de casas y cortijos de nuestra comarca y en general del ámbito rural, eran las estancias más funcionales e importantes de toda la vivienda Servían de cocina, comedor, sala de estar y más de una vez, de lugar de aseo y dormitorio. 
       La cocina llevaba aneja la despensa, con vasijas y utensilios depositados en vasares, alacenas, o colgados del techo y la pared. En la despensa  se colocaban grandes garrafas de vino, vinagre, aceite, seras con higos secos, tinajas y orzas y cajones con grano. En el techo se colgaban los productos de la matanza del cerdo para su curación con el humo de la candela, las plantas aromáticas, los melones de invierno, los cestos de esparto o mimbre con huesos salados, los pimientos, las calabazas secas, etc.
       En algunas ocasiones si la despensa era grande, se construían medios tabiques para guardar grano, y para saladero de jamones y tocinos..situándolo en general en alto, lejos de la humedad del suelo. Claro está, que toda esta configuración de espacios, enseres y alimentos dependía del poder adquisitivo de la familia.
       La cocina-hogar solía tener una gran campana en forma de cono elaborado en ladrillo o en lajas de pizarra, unido todo ello por barro o yeso. La chimenea traspasaba la "camara"(estacia en planta superior de la casa) hasta sobresalir al exterior con forma de tronco piramidal.  Las chimeneas que iban de pared a pared poseían un vasar frontal que podía ser una losa de granito, o cañas y madera revestidas con yeso.
       Es en este tipo de cocinas en las que los vecinos se reunían en las largas noches de invierno a contar viejas historias, momento que las mujeres aprovechaban para hilar, zurzir, etc...y los hombres para realizar tareas artesanales, trabajar la madera, el esparto o el hueso. Aquellas reuniones hacían que la tradición oral perviviese.
       En cocinas como las de la foto (Museo Etnográfico de Hinojosa del Duque) y otras como ésta, aunque la mayor parte de las veces muchísimo más humildes, se perpetuaban sistemas de valores y formas de vida, a través del relato de sucesos acontecidos en el pasado, y en gran cantidad de ocasiones mediante cuentos que transmitían importantes consejos, enseñanzas o avisos (también para adultos, incluso diferenciando entre mujeres y hombres con distinto mensaje) . Cuentos irreales y fantásticos pero que suponían un estímulo de superación en la escala social, o relatos de lucha por la subsistencia y la libertad, o historias con crítica a estamentos más altos (alcaldes, curas, terratenientes...). A los niños se les contaban cuentos con una moraleja o lección, así como otros humorísticos, de miedo o tiernos.
       Cocinas para disfrute de cenas de gazpacho o leche migada (con pan hecho en el horno y tostado en las ascuas con el pincho que vemos en la foto) y carne de caza asada (en parrillas como las de la imagen).
       La familia con el intercambio intergeneracional que llevaba implícito antaño, ha dejado, en parte o quizás en general,  de ser el foco de transmisión de ideas, saberes y valores. La desruralización, el éxodo, la generalización de la electricidad en las casas, el tipo de trabajo actual, el desplazamiento de los abuelos de sus nucleos rurales originales, los medios modernos "culturizadores" y globalizadores, las nuevas tecnologías..un sin fin de circunstancias son causa de ello, y  nos hacen alejarnos del modelo de vida en consonancia con la naturaleza.




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