domingo, 20 de julio de 2014

La antigua central eléctrica de Villanueva de Córdoba

        Los Pedroches constituyen un territorio donde la tecnología y la innovación han llegado con retraso en muchas ocasiones en relación a otras zonas. Sin embargo, como siempre supimos adaptarnos a lo que teníamos, pasamos del hermoso candil de aceite, del quinqué, del carburo...al alumbrado público y al doméstico, a las maravillosas radios que proliferaron rápidamente y al uso, ya hoy, de un largo elenco de aparatos eléctricos. 
       Ferrocarril y electricidad, dos hitos que cambiaron por completo nuestra Comarca. El suministro eléctrico de la línea férrea estaba a cargo de la SMMP y Mengemor, mediante dos subestaciones en Puertollano y La Garganta, dotadas cada una de ellas de dos grupos transformadores.
       Mengemor, que surgió en Madrid en 1904, era una de las grandes eléctricas españolas con actividad en Jaén, Granada, Sevilla y Córdoba. Y ésta fue la compañía (Sociedad Anónima que incluso cotizó en Bolsa) que a través de la Presa de El Carpio distribuyó la electricidad en Villanueva de Córdoba. Desde El Salto de El Carpio se tendieron tres líneas de distribución. Una de ellas conectaba Villanueva de Córdoba con la red de la Sociedad Minera y Metalúrgica de Peñarroya.
       Más adelante, la Guerra Civil,  supuso gran inconveniente para Mengemor por encontrarse en el frente de combate entre los dos bandos, aunque finalmente esta compañía avanzó hacia la provincia de Sevilla.
   Posteriormente, en 1951,  Sevillana de Electricidad absorbió a Mengemor. Eran complementarias porque ésta última tenía una producción hidráulica superior a la demanda de su mercado, y sin embargo, Sevillana era principalmente consumidora y acabó convirtiéndose en la eléctrica mayoritaria en Andalucía.
    El edificio que se aprecia al fondo de la foto, se sitúa en Villanueva, en el Paseo de Andalucía (antiguo Paseo de la Estación) y  fue la antigua central eléctrica.

Y algo más...aunque parezca algo relativamente reciente el fenómeno eléctrico:
Thales de Miletus (630−550 AC) fue el primero, que cerca del 600 AC, conociera el hecho de que el ámbar, al ser frotado adquiere el poder de atracción sobre algunos objetos.
 Sin embargo fue el filósofo Griego Theophrastus (374−287 AC) el primero, que en un tratado escrito tres siglos después, estableció que otras sustancias tienen este mismo poder, dejando así constancia del primer estudio científico sobre la electricidad.


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